Los equipos cordobeses han convivido con Atlético en todas las categorías. Instituto, el equipo al que más enfrentó oficialmente Atlético en toda su historia, es uno de los ejemplos más claros. En este caso, nos llama el repaso Talleres, próximo rival del “Decano” en los octavos de final de la Copa de la Superliga y con el cual posee un historial bastante dividido en la última década.
Luego del descenso de Atlético al viejo Argentino A en 2001, ambos equipos separaron sus caminos y no se volvieron a ver las caras hasta la temporada 2008/09 de la B Nacional, cuando ascendió de la mano de Héctor Rivoira.
Allí, el nutrido historial entre tucumanos y cordobeses empezó a dividirse. En las dos temporadas en las que coincidieron (la mencionada 2008/09 y la 2013/14), Atlético se quedó con todos los enfrentamientos: 3-0 y 4-1 en la primera, 1-0 y 2-1 en la segunda.
La “T” volvería a caer al Argentino A (había estado allí temporadas anteriores) y nuevamente los equipos se alejaron. Volvieron a reunirse recién hace poco, cuando Talleres ascendió para la temporada 2016/17.
A partir de allí, el historial se revirtió completamente: dos triunfos y un empate con sabor a victoria de los cordobeses: 2-1 en la 216/17, 3-1 en la 2017/18 y el 0-0 de febrero, jugando con suplentes en el Monumental.
Pero tampoco debemos olvidar la década del ‘90, jugada por completo por Atlético en la B Nacional y por varios años por Talleres, que ascendió y descendió en dos oportunidades. Dentro de esa misma década, el historial quedó polarizado como lo está ahora: dos triunfos para Atlético, tres para Talleres y tres empates.
Una relación basada aparentemente en rachas, que se reeditará con dos partidos más en esta Copa de la Superliga. El primero será en Córdoba, donde Atlético no gana desde 2014. Pero el segundo será en Tucumán, donde Talleres no gana desde 1996 (3-2, en octubre de ese año).
Para los de Ricardo Zielinski será cuestión de dar vuelta la historia en Córdoba y mantenerla en Tucumán.